Esta casa palacio de características coloniales es una joya arquitectónica de finales del siglo XIX.
Cuenta con 994 m² construidos y 622 m² de solar, y se encuentra estructurada en dos plantas.
La planta baja cuenta con un amplio vestíbulo con puerta de acero forjado y reja artesanal, además de un espléndido patio porticado con extraordinarias columnas y solería de mármol. En torno al patio central se distribuyen magníficos salones con solería hidráulica original, algunos con zócalos de alfarería artesanal, techos artesonados, frescos, etc. También dispone de cocina con comedor, baños y patio anexo.
En la primera planta se encuentra la zona más íntima de la casa, y se accede a través de una maravillosa escalera. Las seis habitaciones de las que dispone se organizan alrededor de la galería central. Cuenta con capilla, salón de invierno, cocina, salón comedor y dos baños.
La planta baja dispone de un salón diáfano y de un espléndido patio central.
La fachada principal destaca por su bicromía tradicional y por la portada-balcón con arco adintelado entre dobles pilastras decoradas, además de sus ventanas coronadas con frontones semicirculares y balcones laterales con arcos adintelados con pilastras decoradas.
Esta impresionante propiedad es una extraordinaria oportunidad de inversión para la explotación como hotel con encanto, además de la ubicación y la calidad del inmueble cabe destacar que Villamartín no tiene suficiente oferta de plazas hoteleras.
Con su magnífica situación geográfica, esta población se ha convertido en el centro neurálgico de la comarca, además de la vía de entrada al parque natural de la sierra de grazalema por el noroeste y el parque natural de los alcornocales, por el norte. También como inversión en un restaurante de lujo.
Villamartín es el nudo articulador de las comunicaciones de la Sierra de Cádiz. De aquí salen las tres ramas que conforman la Ruta de los Pueblos Blancos: Ruta Suroeste hacia Arcos. Ruta Sureste hacia Ubrique. Ruta Noreste hacia Olvera.
